😴 1. Empezamos fuerte: ¿tu bebé duerme 8 horas seguidas?
¿En serio? ¿Y también hace la colada y prepara avena con chía?
Porque si es así, adóptame, por favor.
La realidad es que, para la mayoría, dormir del tirón con un bebé es una ficción nivel Netflix, pero sin palomitas… y con ojeras de regalo.
👶 2. El gran mito del “buen dormidor”
Desde que nace tu criatura, hay una pregunta recurrente de cuñados y vecinas:
“¿Y duerme bien?”
(¿Qué significa eso exactamente? ¿Ronca educadamente? ¿No se cae de la cama? ¿No te despierta a gritos?)
Dormir “bien” es relativo. Los bebés duermen por fases. Lo de las 8 horas seguidas es algo que nos vendieron junto a la cuna con lucecitas… y la desesperación.
🧠 3. Datos reales que nadie te contó en la preparación al parto
Los recién nacidos se despiertan cada 2–3 horas porque sus ciclos de sueño son cortísimos.
No distinguen noche y día hasta pasados unos meses.
Algunos bebés no duermen más de 4 h seguidas hasta el año (o más).
Y eso, querida, es normal. No es culpa tuya. No has “fallado”.
Tu bebé no viene defectuoso. Sólo que no es un cactus.
🛠️ 4. ¿Qué puedes hacer sin perder la cordura?
Aquí van estrategias de madre para madre:
Colecho seguro (aunque te dijiste que nunca lo harías).
Turnos nocturnos si hay pareja disponible y dispuesta.
Siesta cuando puedas (sí, incluso en el suelo. No se juzga).
Dejar de contar horas de sueño. No suma, solo deprime.
Cenar antes que el bebé… por si luego se arma Troya.
Y sobre todo: no te compares. Ni con tu suegra ni con esa influencer que duerme con su bebé en una nube con filtro rosa.
🤪 5. Dormir se duerme. A veces sentadas. A veces llorando.
A veces abrazadas a una criatura sudorosa, con un biberón en la mano y un calcetín colgando del pijama.
Pero también: hay noches con magia.
Con respiración sincronizada.
Con silencio.
Con amor.
Así que sí: dormiremos del tirón… algún día. Cuando se emancipen. O se vayan de Erasmus.
💬 ¿Y tú?
¿Tu bebé duerme como un tronco, como un koala o como un DJ de festival?
Cuéntanos tu historia de sueño (o insomnio).
Aquí no se juzga: se comparte, se ríe y se sobrevive juntas