🌈 1. Todo empezó con las mejores intenciones
“Voy a criar desde el amor, el respeto y la conexión.”
“Sin gritos, sin castigos, sin amenazas.”
“Voy a ser la madre que necesitaba de niña.”
✨ Maravilloso. Inspirador. Un faro en la tormenta.
Hasta que tu criatura decide pegarle un bocado a otro niño en el parque, tirarte el móvil al váter, y gritar “¡no me da la ganaaaa!” mientras tú sostienes una tostada, una mochila y tu dignidad en caída libre.
🔥 2. Crianza respetuosa… sí, pero humana
Porque una cosa es la teoría:
Validar emociones.
Acompañar sin imponer.
Modelar con calma.
Y otra cosa es:
Que sean las 7:42 de la mañana.
Que no hayas dormido.
Que tengas un calcetín de Peppa Pig en el bolso y algo pegado en la ceja, que ya ni sabes lo que es
Y que tu peque te grite: “¡Eres la peor madre del mundo!”
Y tú te lo creas un poco.
😅 3. Las redes venden calma. La vida vende caos.
Ves vídeos de mamás con voz dulce tipo hada madrina diciendo:
“Cariño, veo que estás frustrado, ¿te apetece una respiración en estrella?”
Y tú piensas:
“¿Eso es antes o después de que me tiren un zapato a la cara?”
La crianza respetuosa no es zen permanente.
Es una elección diaria. A veces sale, y otras no.
🧩 4. Cuando no puedes más… y gritas
Porque sí: a veces gritas.
Y luego lloras.
Y te preguntas si le has dañado para siempre, si lo estás haciendo mal, si deberías haber contado hasta 1000 antes de explotar.
Pero luego respiras.
Le miras.
Pides perdón.
Y vuelves.
Eso también es criar con respeto. Con respeto hacia él… y hacia ti.
🧠 5. Ideas para sobrevivir sin perderte en el proceso
⏳ Tiempo para ti: aunque sea en el baño, con la puerta cerrada y auriculares.
📚 Libros reales, no solo guías que te hacen sentir mal por tener emociones.
🤝 Tribu sincera: donde decir “hoy estoy hasta el moño” no sea pecado.
🧘♀️ Herramientas que funcionen para ti: meditar, gritar en la almohada, bailar Shakira o escribir un diario de supervivencia maternal.
💜 6. Porque tú también mereces cuidado
La crianza respetuosa empieza contigo.
Con tu derecho a equivocarte.
A tener días malos.
A no saberlo todo.
A no poder con todo.
Porque criar con amor no es ser perfecta.
Es estar, reparar, seguir… y quererte a ti también en el camino.
💬 7. ¿Y tú, cómo lo vives?
¿Alguna vez gritaste y luego te abrazaste fuerte (o te comiste un trozo de chocolate escondida)?
¿Tienes un truco para calmarte cuando ya estás al borde?
¿O solo vienes a reírte y sentirte entendida? Bienvenida.
Este espacio también te respeta a ti, madre imperfecta, brillante y real.